jueves, 6 de noviembre de 2014

Suecia: Welcome Mr. Capitalism!

En este nuevo post, me gustaría analizar la conversión de Suecia, país admirado por todos por su firme crecimiento que ha sobrepasado a la mayoría de países del mundo y por supuesto está por encima de la media de UE y de la OCDE. Sin embargo, hubo un tiempo en el que este país no tuvo la prosperidad de la que goza hoy, y es que al principio de la década de los 90, el país se encontraba en la ruina, había explotado una burbuja hipotecaria brutal, la economía estaba en recesión, la deuda pública se duplicó y el déficit se multiplicaba por 10... Estoy seguro de que esta situación les suena, al menos de oídas. Pues bien en esta tesitura comienza el milagro sueco, con un ministro de economía, Göran Personn, obligado a viajar a Wall Street a pedir financiación y transmitir confianza a los mercados para poder seguir contando con su apoyo. En este viaje, que él mismo cataloga de "humillante" por las condiciones que se veía obligado aceptar. De aquí saca dos lecciones, que no seguirá postrando su país a los intereses de terceros, y que la deuda te hace esclavo. Sin embargo su reación no fue el impago de ésta, sino su saneamiento. Aquí, comienzan una serie de reformas de apertura que convertirán su sistema en uno de los más capitalistas de la tierra y de paso, uno de los más ricos.




A la vista de los gráficos se encuentra el enorme cambio en la economía sueca, sin embargo, debemos ponernos en contexto, y es que Suecia sufre grandes cambios antes de llegar al punto en el que estamos hoy. La sociedad sueca ya tenía arraigada la figura del Estado como proveedor de productos y servicios desde el reinado de Gustavo I en el siglo XVI que inició esta tradición paternalista del Estado, como consecuencia Suecia estuvo más atrasada que el resto de Europa en todos los aspectos. Así llegamos a los años 30, donde tras un periodo bastante liberal desde el año 1864, se crea en Suecia una industria muy pujante con una buena salud que mejoró el nivel de vida de los suecos ya antes de la Primera Guerra Mundial, este crecimiento fue el que dió la posibilidad a Suecia de intentar las ambiciosas reformas sociales que llevó a cabo.

En principio, estas reformas sociales tomaron un perfil bastante modesto, con la creación de unos servicios sociales básicos universales además de fomentar la conciliación entre sindicatos y empresarios, lo que dió una gran estabilidad al mercado laboral. Sin embargo, empieza a aparecer una línea política que ansiaba un mayor control sobre la vida de la población y aspiraba a la expansión del Estado a todos los ámbitos del ciudadano para conseguir moldear la vida e ideas de sus ciudadanos a base de "igualdad" a toda costa que comienza a partir de la Segunda Guerra Mundial, así se disparó el gasto público y la carga tributaria aumentó hasta niveles insospechados. Además, se aumenta la protección ante una repentina bajada de ingresos a unos niveles brutales. Esto hace a este sistema muy dependiente del empleo, ya que ante una caída del mismo, se desploma ya que se trata casi de una especie de estafa piramidal: el Estado puede ofrecerte una pequeña protección siempre que no la necesite más de un número determinado de gente. Sin embargo, no es la protección social o la provisión de servicios el mayor objetivo de este llamado "Estado benefactor", sino su aspiración a controlar la libertad de elección de la sociedad en conjunto, de esta manera se instaura un sistema en el que el ciudadano no puede elegir dónde ir al médico, el colegio de sus hijos, donde depositar sus ahorros, para dar esas competencias al Estado para crear un monopolio estatal en lo que a prestación de servicios se refiere.

Este modelo comienza a mostrar sus ineficiencias desde un principio, sin embargo, la economía sueca fue en aumento tras la Segunda Guerra Mundial gracias a una Europa derruida y con una demanda gigante que Suecia pudo proporcionar, así hasta la década de 1970, no se empiezan a mostrar verdaderamente los problemas de este modelo. Como he dicho antes, una economía planificada a este nivel necesita de una enorme mayoría de población ocupada, sin embargo, debido a su alta carga fiscal para soportar el enorme gasto público, desincentiva el trabajo, ya que el que no trabaje recibe una gran cantidad de subsidios. A parte de este problema coyuntural sobre la relación ocupación/desempleo se le añade una necesidad a largo plazo de que la población activa siempre vaya siendo creciente, ya que un aumento de jubilaciones frente a las nuevas entradas al trabajo provocaría fuertes desequilibrios. Además, la elevada carga fiscal sobre las familias impide poder aumentar más los impuestos de tal manera que el crecimiento de estos servicios queda estancado, es decir no puede crecer ya que la financiación no lo permite. Por otra parte, en el plano social, hizo que Suecia encontrase politizada cada decisión de su vida, diviendo a la población, seguramente esto también les sonará. También en la cuestión social, los ciudadanos comenzaron a querer tener una libertad de elección, salir de las vallas de protección impuestas por el Estado debido al comienzo de ralentización comenzado por Suecia en los 70. Todo esto, pone el terreno para la gran crisis que Suecia estaba a punto de sufrir.

De esta manera, Suecia entra casi a regañadientes en la década de los 90, con este crecimiento lento y complicado que provocó la derrota de los socialdemócratas por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial en el año 1976. Sin embargo al entrar en la década de los 90 la cosa no hizo más que empeorar, y es que entre 1990 y 1994 el paro aumentó en un 10%, lo que rompió con las buenas cifras vistas hasta el momento: del 2'6% al 12'6%, tal vez aquí un 12'6% de paro con la situación que tenemos, sin embargo sí que lo es en términos comparativos con otros países distintos al nuestro, además esta cifra también fue suficiente para crear un enorme desequilibrio en las finanzas públicas, que, debido a las prestaciones ofrecidas, tuvo que aumentar el gasto público a niveles estratosférico ya que en el año 1993, el gasto público se disparó al 72'8% del PIB (esto quiere decir que el Estado gasta el 72'8% de lo que produce el país cada año), una cifra totalmente insostenible, este enorme gasto llevó a que el déficit del Estado llegase al 12'3% por año (es decir, que la diferencia entre ingresos y gastos del Estado era del -12'3% del PIB cada año). Otro factor es que debido a este tremendo gasto, el Estado perdió la capacidad de actuar contra el ciclo y se vió obligado a acentuar la crisis, esto en realidad es lo que suele pasar con el Estado: tiende a convertirse en la institución más pro-cíclica de la economía. Esta es la razón por la que sostenía que este sistema se trataba en realidad de una estafa piramidal: el Estado realmente no podía garantizar esos servicios a quien se lo pedía (y tenía derecho a ellos).

Así entra el año 1994, año de reformas y recuperación para Suecia de la mano de Göran Personn, que inmediatamente comienza a realizar las reformas necesarias para sacar a Suecia del agujero en el que había caído, estas reformas pudieron llevarse a cabo también por el radical cambio de vista desde la sociedad sueca que se encontraba inmersa en la llamada "Revolución de la libre elección". Lo primero y más vital, fue la reducción de la deuda, ya que ésta te termina haciendo esclavo, de esta manera, se logra una increíble reducción de esta misma:






La reducción de deuda, o austeridad, o como quiera llamarse, permitió que el Estado volviese al superávit y una reducción de la carga tributaria. Pero ésta reducción de deuda a gran escala no viene sola, desde el gobierno se empiezan a desregularizar los sectores y dar paso al sector privado, que había quedado totalmente fuera del juego desde después de la Segunda Guerra Mundial, así comenzaron las privatizaciones de empresas monopolistas públicas y la entrada de nuevas empresas en todos los sectores, esto provocó una competencia que volvió a dar eficiencia a los servicios que se daban, altamente ineficaces ya antes de la crisis. Además, a partir de estas reformas, se le da al ciudadano un increíble aumento de su libertad de elección, ya que ahora puede elegir cuál quiere que sea su hospital, el colegio de sus hijos, su banco... Y más importante, qué estilo de gestión prefiere para sus bienes. Es destacable el caso de la educación, donde el sistema se basa en los cheques escolares: los padres eligen el tipo de contro que quieren; público o privado, cristiano o ateo, convencional o de técnicas más modernas, y el gobierno da estos cheques para que los padres puedan elegir el colegio. Esta es la libertad de la que goza ahora el país para la elección de sus servicios, incluso para los servicios de prestación por enfermedad, desempleo o pensiones, donde los propios sindicatos los ofrecen a los trabajadores debido a su mayor eficacia y/o compensación. Estas son las recetas seguidas por Suecia que a la vez de convertirse en uno de los países más ricos y prósperos del mundo, se ha convertido también en uno de los países más capitalistas del mundo.




Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer en este país, sobre todo relacionado con su tasa de desempleo, que se encuentra en el 8'9%, un nivel alto debido a la desincentivación del trabajo debido a los altos impuestos sobre este vía cotizaciones en menor medida y un alto impuesto sobre el ingreso, sin embargo, gracias a la no existencia de un salario mínimo, no se espera una subida del desempleo, una diferencia con nuestro mercado laboral simple, pero que marca una diferencia de más de 10 puntos porcentuales. Comparaciones aparte, y tal y como he dicho, esta es la manera en la que Suecia le dió la bienvenida al capitalismo, y le invitó a quedarse.

6 comentarios:

  1. Enhorabuena Michi. Ya he escrito el comentario más de 4 veces. No funciona bien lo de publicarlo. Me ha encantado tu blog. Lo seguiré periódicamente. Estoy impresionado de ver cuanto has crecido en madurez y sabiduría. Entrando en el artículo sobre Suecia, solo comentar que las políticas económicas tiene éxito o no, dependiendo de la sociedad en la que se implementa. Es evidente que la sociedad española no se parece en nada a la sueca. En Suecia es casi imposible encontrar casos de corrupción en lo público, sin embargo en España nos sobran. En fin felicidades de nuevo. Un orgullo para tus padres.
    Paco Socorro.

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  2. Corrijo con un matiz: la corrupción en España existe en el sector público y en el privado. La corrupción publica no es posible sin la privada.

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  3. ¡Muchas gracias Paco! ¡Me llenas de orgullo con tu comentario! No sé lo que pasa con los comentarios la verdad... Miraré a ver que pasa. Por supuesto que la sociedad sueca y la española son muy diferentes pero yo creo que las sociedades cambian con tiempo y valores, antes de la Revolución Industrial Japón fue descrito como una tierra de vagos, los habitantes del centro de EEUU son de origen escandinavo y ahora tienen fama muchas veces de "paletos" y en Andalucía vinieron muchos alemanes cuando Carlos I (creo que fue él) los trajo para vivir aquí. En mi opinión es cuestión de valores, el saber lo que cuesta el trabajo y el respeto a la propiedad me parecen esenciales para acabar con la corrupción y estas cualidades se ven muy valoradas en el capitalismo (es mi opinión sólo). Sin embargo, no estoy tan de acuerdo con el segundo comentario, la corrupción pública muchas veces viene sola, aunque sí estaría de acuerdo en que lo público no puede vivir sin lo privado a que este último es quien sostiene a lo público! ¡Muchas gracias por el comentario, espero que te gusten los próximos artículos y cuando puedas deja algún comentario con tu opinión!

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  4. Para que un político, un alto cargo público, o un funcionario, se corrompa es imprescindible que una empresa un particular, es decir un agente económico del sector privado, le ofrezca un negociete, una comisión, una ventaja económica; por ello opino que la corrupción siempre tiene dos pilares: el público y el privado. Es el llamado capitalismo de amiguetes. Pero también existen casos de juego sucio entre empresas privadas: robo de tecnologías, robo de clientes, etc.
    En fin da para charlar toda una tarde en Málaga, después de una comilona de las que organizan tus padres.
    Un saludo. Paco Socorro.

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  5. Perdona, no había visto el comentario, en mi opinión la corrupción no siempre viene de la empresa particular, ya que muchas veces el propio sector público es quien por sí solo coge lo que no es suyo, un ejemplo reciente, lo de Monago con sus vuelos a Canarias. Además, echarle la culpa al sector privado me parece un error ya que es el sector público en este caso quien no realiza su trabajo como es debido, el símil que se me ocurre es la infidelidad en una pareja, la culpa es de quien ha sido infiel, no del amante.
    Totalmente de acuerdo con el capitalismo de amiguetes, con un Estado con poder a todo nuestro bolsillo y competencias para legislar cualquier cosa, pasan estas cosas.
    ¡Eso! A ver cuando hacemos alguna otra comida con otra buena paella y charlamos de estas cosas.
    Un abrazo

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