Desde hace ya 7 años, venimos sobrellevando una dramática
crisis en la que hasta hace bastante poco, no veíamos final. Ahora parece
vislumbrarse, sin embargo, para algunos este final se veía evidente desde hace
tiempo. Uno de los países que ya la veían, no es otro que Irlanda. Uno de los
pocos países católicos del norte, que al igual que España se vio obligado en
2010 a pedir un rescate que llegó a los 67.000 millones de €. Sin embargo, se
repuso y el año pasado consiguió salir del rescate. Irlanda, se encuentra en el puesto número 9 de las economías más libres del mundo según la Heritage Foundation que lo declara un país prácticamente libre, contrastando con España, que ocupa sólo el puesto 49 en la categoría de moderadamente libre. Así, veamos por qué la evolución de estos dos países ha sido a la vez tan pareja, y a la vez tan distinta.
Irlanda es un país que antes de los 90 pertenecía al grupo de los más atrasados de Europa, y que una serie de políticas en esta época de los 90 lo llevó a permancer entre 1995 y 1999, duplicando el crecimiento del resto de los países desarrollados como EEUU o los demás de la Unión Europea. Así, su PIB per cápita aumentó en 12 años un 327% y pasó a estar muy por encima de la media tanto de la OECD como de la Unión Europea, además, el salario medio en 12 años aumenta un 168%, también se disminuye la pobreza y de su mano la desigualdad. Todos estos datos tan espectaculares, se dieron gracias a una activa política de apertura económica y por apostar por el mercado, ya que sus principales medidas fue el retiro de las medidas proteccionistas y políticas expansivas practicadas hasta entonces (aranceles, devaluación moneda etc...), así comienza el crecimiento irlandés, capitaneado entre otras cosas por su famoso impuesto de sociedades que gracias a que es relativamente pequeño, ha permitido a Irlanda convertirse en la ubicación de grandes multinacionales que han traído el bienestar al país además de convertirlo en el referente tecnológico de Europa. Ahora, después de la crisis en la que el mundo se ha visto sumido, Irlanda vuelve a sorprender tras haber caído notablemente, levantándose con empuje, veamos por qué.
En primer lugar, me gustaría aclarar que el crecimiento experimentado, no sólo por Irlanda, sino por cualquier país del mundo se debe al buen hacer de las familias y de la gente en general y nunca de los gobiernos. De ahí que el crecimiento de Irlanda en este período de tiempo tras devolver a la sociedad el poder sobre sus vidas. Esta devolución empieza por la recaudación del Estado que puede ilustrar este gráfico:
El gráfico ilustra cómo, a pesar de que el Estado tiene más peso de poder respecto al PIB, la recaudación irlandesa es mayor, ya que no está ahogada bajo el infierno fiscal al que España se ve sometida sino que las actividades comerciales irlandesas pueden fluir con mayor facilidad gracias a la menor intromisión del Estado. Esto también se puede observar en los tres impuestos más importantes de la mayoría de los países de nuestro entorno.
Como se puede observar en estos gráficos, la recaudación irlandesa siempre es mayor respecto a su PIB, sin embargo su tipo de recaudación es menor, la excepción a esto es el IVA, en el cual, a pesar de tener un tipo mayor, la recaudación también lo es. A pesar de que este impuesto significa el reducir el poder adquisitivo del ciudadano, tiene un punto que puede ser considerado bueno, este es que, al desincentivar el consumo por encarecerlo, se incentiva el ahorro, vital para cualquier economía. También, se recoge la efectividad del impuesto sobre sociedades del 12% irlandés, más bajo que el resto de los países de su entorno, aunque su principal efecto no es el recaudatorio, sino el de renta, el de empleo, la inversión etc mediante la atracción de las grandes empresas. Sin embargo, el gráfico que, en mi opinión, cobra más importancia, es el que se marca sobre la renta del ciudadano, este mide en primer lugar, la recaudación sobre el PIB total, y en segundo lugar, el porcentaje de salario arrebatado al ciudadano, observamos que el indicador español siempre se mantiene al menos 2 puntos porcentuales por encima del irlandés.
Por si fuera poco, existe un gran handicap para la economía española respecto a la manera de recaudar y asignar los tributos, ya que en España, la mitad del sueldo de un trabajador medio, o incluso de un trabajador por el sueldo mínimo, se los lleva el Estado, lo que justifica nuestros sueldos bajos con respecto el resto de Europa, así, en España, sólo las contribuciones sociales y el IRPF, para un sueldo medio, representan un 40% del coste laboral:
Esto implica, que casi la mitad del coste laboral, que es el coste en el que incurre el empresario al contratar a alguien, incluyendo la contribución a la Seguridad Social por parte del empresario, siempre oculta, pero que a fin y al cabo es parte de la remuneración del trabajador ya que nace de su productividad y su esfuerzo, se va de la remuneración del trabajador en impuestos, de los que aún le queda por pagar un IVA y demás impuestos indirectos.
Al margen de lo que en cifras de impuestos esto pueda suponer, tiene otro efecto devastador sobre la economía: la desincentivación del empleo, este es uno de los responsables de la tradicional alta tasa de desempleo en España, ya que hace que el coste laboral se dispare y el empresario se vea incapaz de contratar a más trabajadores, así se puede apreciar la desigualdad entre el desempleo irlandés y el español, además esta menor tasa de impuestos en el empleo y demás desregulación del mismo permite reaccionar antes a las nuevas situaciones que se plantean día a día, así podemos ver cómo el desempleo comienza a bajar en Irlanda mientras en España sigue en plena subida. Esta disminución del desempleo tiene varios efectos, como el aumento de la riqueza de los hogares o la disminución del gasto público por la disminución de prestaciones por desempleo.
Otro ejemplo de las ventajas de que la sociedad actúe en lugar del Estado y su anticipación en las situaciones que se van presentando en el proceso de reducción de deuda en el que se encuentra Irlanda como España, esto se puede comprobar en estos gráficos
Estos gráficos son claros, en Irlanda el proceso de reducción o desapalancamiento está siendo más temprano que el español, así en el gráfico de los hogares, mientras la deuda de España se ha reducido un 13%, la irlandesa ya se ha reducido en un 18% (ambas desde su pico de deuda), una diferencia considerable entre ambos que se ve acentuada en la variación de la deuda total que se reduce en Irlanda un 39% desde el pico del 2008 mientras que la deuda total española no ha hecho más que crecer.
Esta es una de las causas por las que Irlanda comienza a recuperarse de una manera vigorosa de esta crisis en la que cayó con tanta o más gravedad que España y de la que ahora sale gracias a la devolución de sus derechos a los ciudadanos y a la políticas de mercado del país insular que parecen garantizarle un gran futuro según el consenso:
De hecho, como he dicho, Irlanda cayó fuertemente en esta crisis como España, y es que desde el comienzo de esta crisis, ya en la formación de la burbuja estos países han ido de la mano aunque sus políticas hayan sido distintas, y esto termina dando sus frutos.